martes, 25 de enero de 2011

SE UN EJEMPLO DE CALIDAD PARA ELLOS



Los niños como bien sabemos todos son natos imitadores de todas las conductas que observan a su alrededor, tú eres la mayor referencia para ellos, su figura más cercana y a la que se quieren parecer porque te admiran, por esto, no le destroces la vida con conductas inapropiadas que llevarán consigo el resto de sus vidas y que les harán ser personas con escasos valores. Devuélveles su cariño siendo su mejor ejemplo, inculcales los valores esenciales de la vida.

20 CONSEJOS PARA EDUCAR MAL A UN HIJO

He encontrado este listado de 20 consejos para educar mal a un hijo elaborado hace algunos meses por Alfonso Fouce, psicólogo infantil y Marc Giner, psicopedadgogo y logopeda, ambos con amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos emocionales en los niños.
Su conocimiento en el terreno de la psícología infantil y juvenil les ha llevado a enumerar algunos de los errores que los padres cometemos más frecuentemente con nuestros hijos, muy negativos para su desarrollo y equilibrio emocional. Son los que siguen:
1. Comprarle todo aquello que nos pida.
2. Darle siempre la razón cuando tenga un problema.
3. Dejarle que hable mal, todos sus amigos lo hacen.
4. Ponerle un televisor y/o un ordenador en su habitación (con acceso ilimitado a internet por supuesto y si puede ser con la playstation)
5. Avergonzarnos cuando hace una rabieta.
6. No darle abrazos ni besos, ni decirle lo importante que es para nosotr@s.
7. No exigirle en relación a la escuela ni en las tareas de la escuela.
8. No castigarle ni llamarle la atención sobre su conducta nunca.
9. Castigarle cada día.
10. Que la madre le diga que no a una cosa y el padre la consienta o viceversa.
11. Chillarle o estresarnos cada día para que haga lo que le exigimos.
12. No jugar ni hablar tranquilamente nunca con él o ella.
13. No establecer ni unos horarios ni unas reglas del juego mínimas.
14. No pedirle que colabore con la casa en las cosas que están a su alcance.
15. Permitirle las mismas cosas que a sus hermanos mayores, o prohibirles a estos porque sino el pequeño se enfada o hace una rabieta.
16. No enseñarle unas normas y/o valores, sean del tipo que sean.
17. Creer que nuestro hijo siempre nos miente, acabará haciéndolo.
18. Creer que nuestro hijo es malo, acabará siéndolo.
19. No darle buen ejemplo.
20. No hacer lo que les decimos a ellos que deben hacer.
Estoy con todos de acuerdo, aunque no me convence del todo el punto 8. “No castigarle ni llamarle la atención sobre su conducta nunca”, ¿quiere decir que debemos castigar a nuestros hijos?. Desde luego no se refieren al castigo físico (de ese ni hablar), pero yo diría que sería más correcto hablar de poner límites, de guiarlos, y erradicar el concepto de castigo, que además es una palabra que no me gusta nada.
Se cuestiona mucho sobre la validez del castigo. Hay otras alternativas para conseguir que los niños obedezcan y cumplan ciertas normas, sin duda más efectivas y mucho más amorosas.

¿Cómo no? Los amigos imaginarios

Normalmente, el amigo imaginario dará lugar a un amigo de verdad por vuelta de los 3 ó 4 años de edad, cuando el niño ingrese a la escuela. Allí, su mundo social se doblará de tamaño. El niño no sólo conocerá a otros niños, sino que también compartirá su tiempo con otros adultos. Con todos, tendrá que compartir las reglas y las normas de una escuela. Será todo un mundo a descubrir..., y su independencia tendrá límites más duros.

A partir de los
5 ó 6 años, tu hijo no solamente compartirá juguetes con sus amigos. Empezará a compartir sus experiencias, sus conocimientos, además de cariño y afecto. A esas edades, el niño estará listo para aceptar reglas de convivencia. Podrá hacer amigos de verdad. Y en esta etapa, los límites serán exigidos por sus propios amigos.

A los
7 u 8 años, los niños aprenderán a cooperar y ayudar a los demás. Todavía disputarán algún juguete o juego, pero tendrá más capacidad de ceder alguna vez. Será más comprensivo e intentará mediar algunos conflictos ellos solos.

Las
amistades enseñan, educan y nos hacen crecer dentro de nosotros mismos. Para que una amistad se mantenga sana, es necesario que los padres intervengan siempre. Deben empezar dentro de casa, a aplicar reglas de convivencia, donde no haya espacio para la discriminación, la agresividad, las diferencias, el egoísmo, la intolerancia, ni represiones. Recuerden que nuestra relación es y será siempre el ejemplo que ellos van a seguir en sus relaciones personales. Ponerse en el lugar de la otra persona, muchas veces suele evitar conflictos y problemas.
EL DESARROLLO DE LOS BEBÉS DE 4 A 6 MESES 

jueves, 20 de enero de 2011

LA IGUALDAD

VÍDEO PARA FOMENTAR EL VALOR DE LA AMISTAD Y LA IGUALDAD   


¡MI PAPÁ TAMBIÉN SABE CUIDARME!

Cuando los padres están activamente involucrados con sus niños, todos se benefician. Los niños se relacionan mejor con otros niños y rinden mejor. Los padres se sienten mejor con ellos mismos y con su vida también.
Aunque las madres usualmente han tomado el liderazgo en el cuidado de sus niños y programas pre-escolares, ahora es tiempo que los hombres se unan. Se necesita que las mamás, papás y programas de educación temprana trabajen juntos para hacer realidad la participación de los papás.
Un niño pre-escolar puede ofrecer los siguientes consejos para motivar la participación del papá:

Al Papá:
  • No solamente juegue conmigo después de la cena; también puede hacer mi cita con el dentista y revisar mi mochila antes de llevarme al centro de cuidado infantil.
  • Si usted desea saber porqué actúo como lo hago, usted puede aprender más leyendo sobre pre-escolares, puede asistir a un seminario, o visitar a otros padres.
  • Recuerde que las pequeñas rutinas que a diario comparto con usted, son tan importantes como los "grandes eventos" que ocasionalmente suceden.
  • Conozca a quien me cuida y también a mi profesor pre-escolar.
  • Venga y visíteme. Vea cómo juego con otros niños y las cosas que hago mientras estoy en el centro de cuidado infantil.
  • Sea voluntario para ayudar. Yo estaría muy orgulloso si mi papá ayudara a construir la nueva caja de arena para jugar.
  • Hábleme sobre mi día cuando me recoja del centro infantil. Aprenda a reconocer si estoy muy cansado para hablar y dígame que está bien, podemos hablar sobre mí más tarde.
A la Mamá:
  • Recuerde que él es mi papá, no su ayudante, así que usted no le tiene que dar instrucciones paso por paso.
  • Deje que papá decida cómo hacer ciertas cosas, no asuma que usted puede hacerlo mejor.
  • Permita que papá me cuide cuando estoy enfermo o me lastimo.
  • Yo me beneficio cuando mi papá se involucra, y eso le da un descanso a usted también.
A mi cuidador de niños o profesor pre-escolar:
  • Solo porque vivo con mi mamá no significa que no tengo un papá que se involucra, o la imagen de un padre.
  • Haga que mi papá se sienta bien cuando él venga a recogerme. Proporciónele una silla "grande" para que se siente y háblele sobre cómo me comporto.
  • No me recuerde "decirle a mi madre" que debe firmar el formulario para el día de campo. ¡Mi papá puede firmarlo también!
  • Invite a mi papá o persona responsable a participar en actividades específicas.
    • Organice una noche para que los papás de los niños se conozcan y conozcan al personal del centro infantil también.
    • Pídale a los papás que vayan a los días de campo.
    • Motive a los papás para que hablen en público (sean conferencistas) o que estén listos para ayudar.
La participación de papás y mamás en programas de educación temprana tiene resultados positivos para los niños, las familias y los programas. Si todos trabajan juntos, los papás pueden estar activamente involucrados. ¡Los resultados ciertamente ameritan el esfuerzo!